Ellos son nuestros ángeles de cada día, aquellos en quienes depositamos todo el amor más puro y profundo que podemos dar, para quienes amamos a los animales de este modo, ellos son una parte muy importante de nuestra vida y nos completan realmente, pues nos dan ese sentido de incondicionalidad permanente, sobre todo cuando hablamos de nuestros.
Son nuestros eternos compañeros de ruta, nuestras mascotas, quienes con solo estar nos alegran nuestra cotidianidad son quienes dependen de nosotros para todo, pero que también nos hacen depender de su afecto, su entrega total y desinteresada y su amor incondicional.
¡Uno los ama tanto! son tan hermosos y nos dan tanto sin pedirnos nada a cambio, están siempre y solo necesitan de nuestro amor y compañía.... por eso es tan difícil cuando nos dejan, cuando parten pues nosotros tenemos que continuar nuestra vida sin ellos.
Sin embargo, a su lado, tristemente para nosotros, aprendemos que el corto tiempo que nos dan en esta tierra, es para que evolucionemos y nos transformemos en mejores personas.
Cualquiera que tenga en su casa perro, gato o cualquier tipo de mascota sabe del importante papel que el animal desempeña en la familia, pero seguramente no sabe que la relación del ser humano con los animales jugó un papel determinante incluso en la propia evolución de la especie, y que nuestra empatía y nuestro lenguaje no serían los mismos sin ellos.
tal y como demuestra la paleontóloga Pat Shipman en su último libro, La conexión animal, el vínculo con los animales jugó un papel esencial y beneficioso en la evolución humana en los últimos 2,6 millones años. Según su teoría los homínidos primigenios tuvieron que aprender a ponerse en el lugar de los animales para evitar ser atacados por ellos o bien para cazarlos, lo que provocó el desarrollo de la empatía en el cerebro y las emociones humanas.
Con el tiempo, explica Shipman, el volumen de información sobre los animales aumentó, los beneficios evolutivos de la comunicación de este conocimiento a otros también, y el lenguaje evolucionó como un medio externo de la manipulación y transmisión de información a través de símbolos. “Aunque no podemos descubrir el uso más temprano del lenguaje mismo, podemos aprender algo de los primeros artes prehistóricos con contenido inequívoco. Casi todas estas obras de arte representan a los animales”, asegura.
Tras acumular una gran cantidad de información acerca de los animales el hombre comenzó a domesticarlos (hace unos 32.000 años) con fines muy variados: “Ofrecían inmensos recursos renovables para tareas como el seguimiento de juego, la destrucción de los roedores, la protección de familiares y bienes, prestación de lana para el calor, el transporte de seres humanos y mercancías a largas distancias, y la proporción de leche a los bebés humanos”, explica la antropóloga.
La evolución de esta relación entre seres humanos y animales ayudó a que la primera especie desarrollara, pues, características específicamente humanas, como son la empatía, la compasión y el compromiso. Aspectos que todavía seguimos fomentando continuamente a través de una relación que es “fundamental” para el ser humano, en opinión del psicólogo clínico Félix Zaragoza, de Activa Psicología.
Él es muy consciente de lo “valiosa” que es la unión entre un animal y un ser humano, ya que muchas veces en su terapia recurre a ellos. Durante el verano, por ejemplo, lleva a niños autistas, discapacitados o con problemas neurológicos a nadar con osos marinos, una actividad de lo más gratificante para los pequeños, que pueden abrazar algo parecido a un “peluche gigante” que tiene un carácter “parecido al de un perro”, como explica Zaragoza.
Y es que la afirmación de que el perro es el mejor amigo del hombre no es simple palabrería. “La relación que desarrollamos con las mascotas es muy importante y muy valiosa, es diferente de la que tenemos con amigos o familiares y nos enriquece de otra manera, por otros canales”, explica Zaragoza.
De hecho, en un test psicológico que se realiza con frecuencia se muestran dos fotografías; en una de ellas aparece un hombre sentado en un sofá junto a un gato y en otra está el mismo hombre, pero sin gato. Ante la pregunta “¿quién te parece mejor persona?” una amplísima mayoría de participantes responde que el hombre que aparece con el gato.
Y es que, como apunta Zaragoza, los animales no juzgan a sus dueños, sino que los aceptan y quieren tal cual son. Por eso es tan especial el vínculo que desarrollamos con ellos. por eso y porque nos permite tener ‘alguien’ con quien desahogar nuestras emociones, ‘alguien’ de quién preocuparnos y ‘alguien’ que nos acompaña y nos aprecia sin condiciones.
Ilustres personajes y su amor por los animales
Científicos, artistas, filósofos, médicos, políticos de alto vuelo, escritores y muchos otros reconocidos personajes, algunos de los cuales han vivido hace muchos siglos atrás y que hoy son valorados en virtud de los grandes aportes que han hecho.
Científicos, artistas, filósofos, médicos, políticos de alto vuelo, escritores y muchos otros reconocidos personajes, algunos de los cuales han vivido hace muchos siglos atrás y que hoy son valorados en virtud de los grandes aportes que han hecho a la humanidad, muchos de ellos manifestaron profundos sentimientos de amor y solidaridad hacia los animales, remarcando que la crueldad hacia los mismos es una innegable demostración de atraso y barbarie.
Entre ellos cabe citar a Einstein, Leonardo Da Vinci, Miguel de Cervantes, San Martín, Kafka, Nietzche, Picasso, Rousseau, Victor Hugo, Thoreu, Tagore, Tolstoi, Dostoievski, Schopenhauer, Adorno, Jung, Plutarco, Schweitzer, Bernard Shaw, Darwin, Humboldt, Bentham, etc. Como en muchos de los temas que analizaban, sus pensamientos trascendían su mundo inmediato por lo que al hablar del tema animal no se remitían a la mascota que pudieran tener junto a ellos sino a todos los animales como especie.
Las personalidades que plantean "amo a mi perro pero maten al resto" no cabían en estas eximias figuras de la humanidad. Como tampoco jamás se les habría ocurrido matar a un animal para castigar la irresponsabilidad de su dueño. El denominador común en sus reflexiones acerca de este tema era que quienes son violentos con un animal también lo son con las personas (así lo demuestran hoy investigaciones del FBI) y que por lo tanto, mientras la humanidad no evolucione en su trato con los animales, tampoco lo hará con los seres humanos. "El verdadero examen moral de la humanidad consiste en su actitud ante esos que están a su merced: los animales. Y en este sentido la humanidad ha sufrido una derrota. Una derrota tan fundamental que todas las demás provienen de ahí". Milan Kundera.
El propósito de destacar algunos de los grandes referentes del mundo del saber es demostrar la falacia del argumento que sostiene que quienes avalan la tortura y el exterminio en las perreras, centros de experimentación, etc., lo hacen fundamentándose en sus conocimientos científicos, hecho que haría indiscutible su posición. Muchos funcionarios han caído en esa mentira; tomando un ejemplo local, en la ciudad de Neuquén (Argentina) la mitad de los concejales pidió opinión sólo a profesionales afectos a la decadente manía de matar perros para solucionar la problemática que todos conocemos, desoyendo la opinión de más de diez profesionales de la medicina humana y veterinaria quienes rubricaron con sus firmas datos fehacientes que demostraban la inutilidad y la barbaridad que implicaba la reinstauración de los sacrificios en la Dirección de Zoonosis.
Como tantas veces la historia lo ha demostrado, los conocimientos se pueden poner al servicio del bien o a disposición del mal y de los inescrupulosos intereses económicos. La elección acerca de a qué clase de profesional escuchar pasa por la talla moral del político que debe tomar una decisión. Escogimos las siguientes frases para evidenciar el escandaloso atraso conceptual y moral de ciertos sectores. Para los que escudados por sus investiduras profesionales defienden las matanzas de animales: "La eliminación de animales no es método de control eficiente desde el punto de vista ético, técnico, ni económico; además es antagónico con la tenencia responsable, genera mala imagen de las autoridades y ha probado no tener impacto duradero ni efectivo" Organización Panamericana de la Salud, Río de Janeiro, 2003.
¿Qué dicen personas célebres?
Tomás Alva Edison (1847-1931),
inventor de la bombilla eléctrica:
Para los que ejecutan a estos seres indefensos con gas, electricidad o cuanta sádica modalidad se les ocurra: "La no violencia conduce a la ética más alta, lo cual es la meta de toda evolución. Hasta que no dejemos de lastimar a otros seres vivos, seguiremos siendo salvajes."
“Soy un apasionado vegetariano y abstemio, porque así puedo hacer mejor uso de mi cerebro“.
François Voltaire (1694-1778),
filósofo de la ilustración y escritor francés:
“Cierto es que ese atroz baño de sangre que tiene lugar ininterrumpidamente en los mataderos y cocinas, ya no nos parece un mal. Por el contrario, consideramos estas atrocidades, que a menudo resultan pestilentes, como una bendición del Señor y le damos las gracias en nuestras oraciones por nuestros asesinatos. ¿Puede haber acaso algo más repugnante que alimentarse continuamente de carne de cadáveres?“
Plutarco (45-125),
filósofo y escritor griego:
¿Podríais realmente preguntaros qué motivos condujeron a Pitágoras a abstenerse de comer carne? Yo por mi parte me pregunto bajo qué circunstancias y en qué estado espiritual decidió un hombre tocar sangre con su boca, llevar sus labios a la carne de un cadáver y adornar su mesa con cuerpos muertos y en vías de putrefacción, y se permitió denominar alimentos a las piezas que poco antes habían bramido y gritado, que se habían movido y vivido. Seguro que no se trata de leones y lobos que comeríamos para auto protegernos a estos animales, por el contrario, no les ofrecemos ninguna atención, sino más bien sacrificamos animales inofensivos y mansos, sin aguijones ni colmillos, que sin más no nos pueden causar daño alguno. Por su carne les robamos el sol, la luz y la duración de la vida que les corresponde desde su nacimiento. Si queréis afirmar que la naturaleza ha previsto para vosotros este alimento, matad entonces vosotros mismos lo que penséis comer, pero con los medios que os ha otorgado la naturaleza y no con la ayuda de un cuchillo de matarife, de una maza o de un hacha“.
“Por un pequeño trocito de carne les robamos a los animales el alma, así como la luz del sol y la duración de vida, para la que fueron creados y para la que existen por naturaleza“.
“Los hombres no deberían nunca abandonarse tanto hasta el punto de tratar a las criaturas vivas como zapatos viejos y utensilios inertes y gastados que se tiran cuando ya no funcionan más. No deberíamos hacerlo ni cuestionarnos nunca los beneficios que se pueden sacar de seres vivos viejos, que apenas tienen algo o nada que ofrecer“.
Leonardo Nelson (*1927),
filósofo alemán:
“Un criterio infalible para valorar la honestidad del espíritu de una sociedad, es el ver hasta qué punto ésta reconoce los derechos de los animales; pues mientras que los hombres, en caso de necesidad cuando alguno es demasiado débil, pueden reunirse mediante coaliciones y el uso del propio lenguaje, para salvaguardar sus derechos, a los animales les está negada esta posibilidad de auto-ayudarse Por ello queda a cargo de la justicia de los hombres en qué medida quieren respetar éstos por su parte los derechos de los animales“.
Emanuel Kant (1724-1804),
filósofo alemán:
“La crueldad con los animales es lo opuesto al deber que el hombre tiene consigo mismo“.
Albert Einstein (1879-1955),
físico y Premio Nobel (1905), padre de la Teoría de la relatividad:
“Nada aumentaría tanto la posibilidad de supervivencia sobre la tierra, como el paso hacia una alimentación vegetariana“.
“Ya sólo con su influencia física sobre el temperanto humano, la forma de vida vegetariana podría influir muy positivamente sobre el destino de la humanidad“.
Friedrich Nietzsche (1844-1900),
filósofo alemán:
“La sensatez comienza ya en la cocina“.
“Toda la filosofía antigua estaba orientada a la simplicidad de la vida y enseñaba una cierta sobriedad. En consideración a esto, los pocos vegetarianos filosóficos han aportado más a la humanidad que todos los nuevos filósofos, y en tanto que éstos no tengan el valor de buscar una forma de vida completamente distinta y de mostrarla como ejemplo, no hay nada que hacer con ellos“.
Horacio (65-8 antes de Cristo),
poeta clásico romano:
“¡Atrévete a ser sabio! ¡Deja de matar animales! El que está aplazando la hora de la vida recta, es como el labriego que espera a que el río se seque para cruzarlo“.
Nelle Moia, profesora universitaria de inglés de Luxemburgo, protectora de animales y escritora:
“Hoy, en un tiempo en que está de moda la protección de los animales, los propagandistas de la Iglesia saltan al tren de moda como siempre han hecho. Poniendo en primer plano a S. Francisco, la Iglesia pretende, por así decirlo, haber sido la primera en inventar el amor a los animales, habiendo traicionado en realidad durante 2000 años a los pobres animales, justificando su explotación e ignorando con indiferencia sus sufrimientos“.
“Aún hoy, según la enseñanza oficial de la Iglesia católica, los animales no poseen ningún derecho ni tampoco los hombres obligación alguna respecto a ellos. La moral y el pecado es algo que incumbe exclusivamente a Dios y al hombre, o a los hombres entre sí; lo que ocurra con los animales carece de importancia“.
Arthur Schopenhauer (1788-1869),
filósofo alemán:
“Quien es cruel con los animales, no puede ser un buen hombre“.
“La moral cristiana ha limitado sus prescripciones exclusivamente a los hombres y ha dejado al mundo animal sin derechos. Sólo hay que ver cómo nuestra plebe cristiana se comporta con los animales, cómo los mata sonriendo y totalmente sin sentido, o cómo los mutila y martiriza, cómo fatiga al máximo a sus propios caballos viejos para sacarles la última médula de sus pobres huesos, hasta que mueren a causa de los golpes. Se podría decir en verdad que los hombres son los demonios de la tierra y los animales sus almas atormentadas“.
“El mundo no es una obra mal hecha y los animales no son un producto de fábrica para nuestro uso. A los animales no les debemos compasión sino justicia“.
Denis Diderot (1713-1784),
enciclopedista francés:
“¿Es que no hay alimentos sin derramamiento de sangre? ¿No es acaso animar a los hombres a la crueldad si se les permite clavar el cuchillo en el corazón de los animales?“
Leonardo da Vinci (1452-1519),
artista italiano y genio universal:
“El hombre es en verdad el rey de todos los animales, pues su crueldad sobrepasa a la de estos. Vivimos de la muerte de otros. ¡Somos tumbas andantes!“
“Tú has calificado al hombre como rey de los animales. Yo, sin embargo, digo que es el rey de las fieras salvajes, de entre las que tú (hombre) eres las más grande, pues ¿no los has matado para que sirvan de satisfacción a tu paladar, convirtiéndote a ti mismo en la tumba de todos los animales? ¿No produce la naturaleza suficientes alimentos vegetales con los que podrías saciarte?“
“Llegará un día en que los hombres serán juzgados por la muerte de un animal como hoy se juzga el asesinato de un hombre. Llegará el tiempo en que comer carne será condenado como hoy se condena el comerse a nuestros semejantes, es decir, el canibalismo“.
“Yo renuncié a comer carne cuando era joven y llegará el tiempo en que los hombres condenarán –como yo al asesino de animales– del mismo modo como se condena a los asesinos de hombres“.
León Tolstoi (1828- 1910),
escritor y humanista ruso:
“De matar animales a matar hombres hay sólo un paso, y con ello también de torturar animales a torturar hombres“.
“Si no estás en condición de matar a un hombre, está bien; si no eres capaz de matar a ningún ganado ni a ningún ave, aún mejor; y si tampoco a ningún pez ni a ningún insecto, todavía mucho mejor. Esfuérzate en avanzar tanto como puedas. No andes cavilando sobre lo que es posible y lo que no lo es. Haz lo que puedas llevar a cabo con tus fuerzas; todo depende de esto“.
“Alimentarse de carne es un vestigio del primitivismo más grande. El paso al vegetarianismo es la primera consecuencia natural de la ilustración“.
“En tanto existan mataderos, habrán campos de batalla“.
“El hombre puede vivir y estar sano sin que tenga que matar animales para alimentarse. Si come carne se hace culpable del asesinato de los animales, sólo para dar gusto a su propio paladar. Obrar así es inmoral. Es una cosa tan sencilla e indudable que es imposible estar en desacuerdo con ello. Pero como la mayoría está atada aún al placer del consumo de carne, los hombres lo justifican y afirman riendo: “un pedazo de bistec es algo bello, hoy al mediodía me lo comeré con gusto“.
“Si el hombre busca seria y honestamente el camino moral, lo primero que ha de hacer es apartarse del consumo de carne. Pues aparte del estímulo de las pasiones que causa este consumo, es sencillamente inmoral, porque requiere una acción que se contrapone al sentido moral, es decir, el matar“.
“El vegetarianismo vale como criterio en el que podemos reconocer si un hombre aspira seriamente a una perfección moral“.
Romain Rolland (1866-1944),
poeta francés y Premio Nobel:
“La crueldad con los animales y también la indiferencia respecto a sus sufrimientos es en mi opinión uno de los pecados más graves
Karlheinz Deschner (*1924),
doctor alemán en filosofía, historiador, literato y autor premiado varias veces:
“En relación a los animales, el hombre es un delincuente habitual“.
“¿Existen escrúpulos morales respecto al freír un ternero? Por parte de los educadores, no. Por parte de la jurisprudencia, no. Por parte de la teología moral, no. Por parte de otros miles motivos morales, no. ¿Por parte del ternero quizás?“
“Una sociedad que tolera los mataderos y los campos de combate, está madura ella misma para su propia matanza“.
“Quien come animales, está por debajo del nivel de ellos“.
“La carne no hace la comida más mala, pero sí al que la come“.
“Los amigos de los animales: primero acarician a la ovejita, después se la comen frita; primero insultan al pescador, después se comen la trucha al horno. A los cazadores no los quieren, ¡pero el corzo frito, sí!“
“No se merece una humanidad que mata a trillones de animales precisamente aquello que causa al animal?“
“La carta del restaurante es la página más sangrienta que escribimos“.
“El hombre: un animal degenerado“.
George Sand (1804-1876)
escritora francesa:
“Sería un gran adelanto en la evolución de nuestra raza (se refiere al género humano), si fuéramos comedores de frutos y desapareciera de la tierra el consumo de carne. Todo sería posible en nuestro planeta en el momento en que superemos las sangrientas comidas de carne y la guerra“.
Charles Darwin (1809-1882),
científico inglés y fundador del darwinismo:
“Los animales sienten como los hombres alegría y dolor, felicidad e infelicidad“.
Ralf W. Emerson (1803-1882),
escritor y político norteamericano:
“Usted acaba de comer al mediodía; y no importa cuán cuidadosamente haya escondido el matadero a una distancia prudencial de pocos o muchos kilómetros: usted es culpable“.
Mahatma Gandhi (1869-1948),
guía del movimiento por la independencia de la India, Premio Nobel 1913:
“Creo que el crecimiento espiritual, llegado a un cierto grado, exige de nosotros que dejemos de matar a los seres vivos animales para satisfacer nuestras necesidades físicas“.
“Yo creo que la evolución espiritual nos exige en un cierto estadio dejar de matar a los otros seres vivos para satisfacer nuestros apetitos corporales“.
“Para mí la vida de una oveja no tiene menos valor que la vida de un hombre. Y nunca querré quitar la vida de una oveja para satisfacer al cuerpo humano. Cuanto más indefenso es un ser vivo, tanto mayor es su derecho a ser protegido por los hombres de la crueldad humana“.
“La grandeza de una nación y su progreso puede medirse en cómo trata ésta a los animales“.
“La Tierra tiene suficiente para cubrir las necesidades de cada hombre, pero no para su avaricia“.
Sigmund Freud (1856-1913),
neurólogo austriaco, fundador del psicoanálisis:
“Prefiero la sociedad de los animales a la de los hombres. Cierto, un animal salvaje es feroz. Pero la bajeza es el privilegio del hombre civilizado“.
Johann W. von Goethe (1749-1832)
poeta alemán:
“El profundo respeto religioso por aquello que está por debajo de nosotros, incluye naturalmente también al reino animal, y impone a los hombres la obligación de respetar y proteger a las criaturas que están por debajo de él“.
Helmut Kaplan (*1952)
filósofo alemán:
“Para los animales no necesitamos ninguna moral nueva. Debemos sencillamente excluir arbitrariamente a los animales de la moral ya existente“.
Alexander von Humboldt (1769-1859),
científico naturalista y geógrafo alemán:
“La crueldad respecto a los animales no es conciliable ni con una verdadera formación cultural ni con una verdadera erudición. Es uno de los vicios mas característicos de un pueblo bajo e innoble. Con respecto a los animales todos los pueblos son hoy en día, unos más otros menos, unos bárbaros. Es falso y grotesco hacer resaltar en cada ocasión su aparente alto grado de civilización y cometer a diario las crueldades más espantosas con millones de criaturas indefensas o tolerarlas con su indiferencia. ¿Y nos maravillamos de que estos denominados pueblos civilizados se dirijan cada vez más al camino terrible de su ruina? La misma superficie de tierra que como prado, o sea como pasto para los animales, nutre indirectamente a diez personas con la carne de los animales que comen en él, podría alimentar a cientos de hombres con mijo, guisantes, lentejas y cebada“.
Sven Hedin (1865-1952),
investigador sueco:
„Nunca he podido decidirme a apagar la luz de una vida, dado que no tengo el poder de encenderla de nuevo“.
Theodor Heuss (1884-1963),
primer presidente de la República Federal de Alemania:
“Cuanto más pronto aprendan nuestro jóvenes por ellos mismos a considerar condenable cualquier brutalidad con los animales y cuiden de que el trato y el juego con ellos no derive en tortura, tanto más clara será después su capacidad para distinguir en el mundo lo que es la gran justicia o la injusticia“.
Laotse (aprox. s. IV o V a. C.),
filósofo chino:
“¡Sed buenos con los hombres, con las plantas y con los animales! No acoséis a hombres ni a animales, ni les cometáis ningún daño“.
Rosa Luxemburg (1870-1919),
política, revolucionaria alemana y fundadora de la Unión Espartaco:
“Un mundo debe ser destruido, pero cada lágrima que se derrame, aunque pueda ser secada, es una acusación, y por importante que sea el obrar de un hombre apresurado que por falta de atención pisa a un gusano, el comete por ello un delito“.
Paul McCartney (1942),
cantante inglés, ex guitarrista de los Beatles:
“No se debe comer aquello que tiene un rostro“.
“Yo creo en la protesta pacífica y no comerse a ningún animal es una protesta no violenta“.
“Nos convertimos casi en vegetarianos una vez que estábamos comiendo nuestro asado de domingo en una granja escocesa y contemplábamos a unas ovejas que jugaban felices. De repente nos hicimos conscientes de que nos estábamos comiendo precisamente a una de esas ovejas. Después comíamos salchichas sólo de vez en cuando Más tarde, en unas vacaciones en Barbados, conducíamos detrás de un camión con unas gallinas hermosísimas. En un momento determinado desapareció en dirección a una fábrica de carne de pollo. Desde entonces no comemos nada que antes tenga que ser matado“.
Prof. Elly Ney (1882-1968),
pianista alemana:
“El vegetarianismo es para mí desde hace décadas una necesidad interior y lo considero como la forma de vida más natural para el hombre (...) Yo no puedo concebir que las personas amigas de los animales no sean al mismo tiempo vegetarianas“.
Chistian Morgenstern (1871-1914),
escritor alemán:
“Si el hombre moderno tuviera que matar él mismo a los animales que le sirven de alimento, aumentaría sin límites el número de los que comen vegetales“.
Eugen Roth (1895-1976),
escritor alemán:
“El hombre piensa contento y feliz: no soy carnicero de sangre hambriento; pero mientras no considere la carne despreciable, será de la matanza culpable“.
Ovidio (43-18 a d. C),
filósofo y poeta romano:
“La época que hemos denominado como la edad de oro, estaba bendecida con los frutos de los árboles y las hierbas que ofrecía la tierra, y la boca del hombre no estaba manchada de sangre. En aquel tiempo los pájaros movían sus alas seguros en los aires y el conejo atravesaba sin temor los campos libres. Entonces el pez no era la víctima inocente del hombre. Cada lugar estaba libre de traición; no reinaba ninguna injusticia, todo estaba colmado de paz.
En tiempos posteriores un fundador del mal comenzó a difamar y despreciar este alimento sencillo y puro y a engullir en su barriga voraz alimentos basados en cadáveres de animales. Con ello abrió al mismo tiempo el camino al mal“.
Peter Rosegger (1843-1918),
escritor austriaco:
“El animal tiene, como tú, un corazón que siente. El animal conoce, como tú, la alegría y el dolor. El animal tiene, como tú, sus aspiraciones. El animal tiene, como tú, un derecho a la vida“.
Sir Isaac Pitman (1813-1897),
inventor de la estenografía inglesa:
“Un motivo para el vegetarianismo debería ser más sacado a la luz. Me refiero a la llamada a la conciencia de la moral de que no podemos dejar hacer a representantes lo que nosotros mismos no haríamos. Yo no tengo ningún problema moral en limpiar mis botas, en limpiar el polvo de mi mesa o en barrer mi oficina. Mis sentimientos no estarían heridos llevando a cabo éstos y otros cientos de trabajos manuales. Pero yo no podría matar a ningún buey, a ninguna oveja, especialmente no podría degollar a ningún cordero ni retorcer el pescuezo a ningún ave. Si yo no lo puedo hacer sin herir mis mejores sentimientos, rechazo el dejar hacerlo a otra persona para mí, hiriendo sus sentimientos. Si no existiera ningún otro motivo a favor de nuestra unión, ese único motivo sería suficiente para determinarme por la acogida de la dieta sin carne“.
Plinio (79 - 23 a. d. C.)
poeta romano:
“Mejor deberían quedarse con la sana col y con el puré de cereales que con faisanes y gallinas“.
Volker Elis Pilgrim (*1949),
escritor alemán:
“La carne que comemos es un cadáver que por lo menos tiene de dos a cinco días“.
Príncipe Max de Sachsen (1870 - 1951),
profesor alemán de teología católica:
“No se debe aspirar a una forma suave de la matanza, sino a su eliminación. Cuanto más se intenta humanizar la matanza, tanto más se refuerza la cuestión misma de la carnicería. Sólo se ganará un punto de vista consecuente en la protección animal, cuando la humanidad se decida a dejar de matar y comer animales“.
“No pongo ninguna duda en que es el destino de la raza humana el dejar tras de sí el comer animales en el transcurso de su desarrollo paulatino, así como los pueblos indígenas han cesado de comerse mutuamente, después de que entraron en contacto con hombres más civilizados“.
Luise Rinser (1911-2003)
escritora alemana:
“La anonimidad de nuestras víctimas del reino animal es lo que nos hace sordos a sus gritos“.
“Hoy en día ya no vemos nada más sobre la vida y la muerte angustiosa del animal de matadero. Eso ocurre de forma automática. Hace un momento un animal, en el siguiente instante carne ya troceada: nuestra comida. Nuestro modo de canibalismo“.
“Pasará mucho tiempo hasta que la humanidad comprenda que no sólo los pueblos de la tierra son un pueblo, sino que hombres, plantas y animales forman en conjunto el reino de Dios y que el destino de un ámbito también es el destino del otro“.
Dr. C. Anders Skriver (1903-1983),
filósofo y autor alemán:
“La ética de la alimentación conduce a la limpieza de las manos de actos sangrientos, a la limpieza bajo la piel y a la limpieza del corazón. Pero no se puede hablar de limpieza de corazón cuando se trata de un “devorador de todo“ impuro, que no reflexiona ni tiene remordimientos de conciencia por los crueles crímenes al mundo animal, que tienen lugar diariamente en el mundo cristiano sólo con fines de la alimentación humana“.
Albert Schweitzer (1875-1965),
médico, músico y teólogo alemán: Premio Nobel de la paz en 1952:
“Respeto ante la vida significa rechazo de matar“.
“Allí donde un animal tenga que sufrir por estar al servicio de los hombres, somos todos responsables de los sufrimientos que tenga que padecer“.
“Mi punto de vista es que todos aquellos que estamos a favor de los animales dejemos totalmente el consumo de carne y también hablemos en contra de él. De esta manera puede llamarse la atención de algunos sobre el problema que ha sido planteado tan tarde“.
“Yo me he dado cuenta de que la costumbre de comer carne no está en concordancia con sentimientos elevados“.
Alice Walker (*1944),
escritora norteamericana:
“Cuando un día hablábamos sobre la libertad y la justicia estábamos sentados ante filetes. Estoy comiendo miseria, pensé para mí cuando tomé el primer bocado, y lo escupí“.
Richard Wagner (1813-1883),
compositor alemán:
“Si la visión de un toro sacrificado a los dioses se convirtió en un horror, ahora restamos atención, en mataderos limpios y saneados con agua, al baño sangriento diario de todos aquellos que en la comida del mediodía se deben deleitar con las partes cocinadas, desfiguradas e irreconocibles de cadáveres de animales domésticos asesinados. A partir de ahora deberíamos dar importancia, a pesar de los que están a favor del dogma de la utilidad, a hacer que gane en nosotros un nuevo suelo de cultivo para el nuevo cuidado de la religión de la piedad. ¿Qué se puede esperar de una religión que excluye la piedad por los animales?
Josepf von Görres (1776-1848),
escritor alemán del romanticismo:
“Quien quiera salir de la vida común evita una alimentación sangrienta y no elige a la muerte como maestro de manjares“.
Marie Luise Holzer-Sprenger (*1952),
autora alemana:
“Carne es un trozo de fuerza vital, mientras esté viva“.
Isaac Bashevis Singer (1904-1991),
escritor judío-norteamericano y Premio Nobel 1978:
“Cuando se trata de animales todos se vuelven nazis... Para los animales cada día es Treblinka“.
“Peces, que hace pocas horas habían nadado en el agua, estaban con ojos vidriosos, bocas heridas y escamas manchadas de sangre. Los pescadores, ricos deportistas, pesaron los pescados y fanfarronearon con sus presas. Cada vez que Hermann era testigo de cómo eran matados los animales tenía los mismos pensamientos: en el comportamiento con las criaturas todos los hombres eran nazis“.
“Con frecuencia se dice que la humanidad siempre ha comido carne, como si fuera una excusa para seguir haciéndolo. Según esta lógica, no deberíamos intentar impedir que hombres se maten unos a otros, ya que esto se ha hecho desde la antigüedad“.
“Desde hace algún tiempo había pensado en convertirse en vegetariano. En toda ocasión indicaba que lo que habían hecho los nazis con los judíos era lo mismo que lo que hacían los hombres con los animales“.
“Todos somos criaturas de Dios. El hecho de que recemos por la misericordia y la justicia mientras continuamos comiendo la carne de los animales que fueron degollados para nosotros no es compatible“.
“Yo continuaría viviendo de forma vegetariana aunque el mundo entero comenzara a comer carne. Esta es mi protesta contra el estado del mundo. Energía atómica, hambre, crueldad – tenemos que emprender pasos en contra. Vegetarianismo es mi paso. Y creo que uno muy importante“.
O.W. Fischer (*1915),
actor alemán:
“¿Que por qué no como hermanos? Simplemente por sentido familiar, eso es todo. La vergüenza tiene que empezar en algún momento“.
Bryan Adams (*1959),
estrella canadiense de rock:
“Desde hace 12 años soy vegetariano y hasta ahora nunca he estado seriamente enfermo. La alimentación vegetariana fortalece el sistema inmunológico. Creo que la carne hace enfermar“.
Günther Weitzel (1915-1984),
químico alemán:
“La conciencia cristiana no se puede dar por satisfecha con el incumplimiento del quinto mandamiento sobre los animales del matadero. El que ha visitado una vez un matadero, suele estar más o menos conmocionado, asqueado por lo visto. Casi todos llegan a la conclusión de que la matanza brutal de animales, que antes han sido criados y engordados para acabar siendo comidos, es algo indigno de la humanidad actual y especialmente de la cristiandad“.
Franz Kafka (1883-1924),
escritor austriaco:
(Observando peces en un acuario). Ahora os puedo contemplar en paz, puesto que ya no os como más“.
Nikola Tesla (1856-1943),
físico y técnico electrónico croata:
“Muchas razas que se alimentan casi exclusivamente de verdura, muestran un magnífico estado corporal y una gran fortaleza física“.
Empédocles (490-430 a. de C.)
médico griego:
“La mancha pecaminosa más grande que existe es quitar la vida y tragarse nobles miembros“.
Bertha von Suttner, (1843-1914),
pacifista austriaca y Premio Nobel de la paz 1905:
“Según mi convencimiento, llegarán los tiempos donde nadie se querrá alimentar de cadáveres, dónde nadie se declarará estar dispuesto a oficiar de carnicero. ¡Cuántos de nosotros hay ya que nunca comerían carne si tuvieran que clavar el cuchillo en el pescuezo de los animales afectados!
“En la actualidad, de cien personas educadas y sensibles, probablemente noventa no comerían nunca más carne, si tuvieran que matar o acuchillar ellos mismos al animal que se comen“.
“Quien no pueda escuchar gritar a las víctimas, no las pueda ver estremecerse, pero le de igual que griten y se estremezcan en el momento en que estén fuera de su radio de visión y de audición, tiene buenos nervios, pero corazón no tiene“.
Jean Jacques Rousseau (1712-1778),
filósofo, pedagogo, escrito y músico suizo-francés:
“La prueba de que el gusto por los alimentos cárnicos no es natural en el hombre, está en que los niños tienen un rechazo contra tales productos alimenticios y prefieren productos alimenticios vegetales, como alimentos con leche, galletas, fruta y cosas parecidas. Es muy importante no estropear ese gusto original y natural, convirtiendo a los niños en carnívoros, pues no importa qué explicación le queramos dar, pero los que son fuertemente carnívoros son en general más crueles y salvajes que las otras personas“.
Feodor Dostojewski (1821-1881),
poeta ruso:
“¡Ama a los animales, ama a toda criatura y todo objeto! ¡Si amas todo, se te desvelará el secreto de Dios en todas las cosas y al fin y al cabo abarcarás al mundo entero con amor!“
Prof. Dr Hubertus Mynarek (*1929),
humanista y crítico de la Iglesia, autor alemán:
“La matanza de animales, ese campo de concentración que tiene lugar desde hace siglos, fue provocado esencialmente por la “Madre Iglesia“.
“Estoy seguro de que el consumo de carne no sólo oscurece el alma sino que incluso la endurece. La endurece, la hace insensible“.
“El verdadero cristianismo puede y debe prescindir de la carne, pues cómo se puede conseguir y realizar una propia humanidad, un propio perfeccionamiento, si se sabe a la vez que se está matando a nuestros hermanos y hermanas animales. Es imposible alcanzar una espiritualidad si se mata a animales“.
Teodor Heuss (1884-1963),
primer presidente de la República Federal de Alemania:
“Caza es un eufemismo cobarde que se asigna al asesinar de modo especialmente cobarde a criaturas indefensas. La caza es una especie de enfermedad mental“.
Johann Wolfgang von Goethe (1749 – 1832)
poeta alemán:
“La caza es siempre una forma de guerra“.
León Tolstoi (1828 – 1910),
poeta ruso:
“Del asesinato a los animales al asesinato a los hombres sólo hay un paso“.
Alexander von Humbolt (1769-1859),
investigador de ciencias naturales:
“Donde vive un cazador pueden vivir diez pastores, cien labradores y mil agricultores. Crueldad con los animales no puede sostenerse cuando hay una educación y una cultura verdaderas. Es una de las perversidades más significativas de un pueblo de clase baja e innoble.
François Voltaire (1694 – 1778),
escritor y filósofo francés:
“La caza es uno de los medios más seguros para matar los sentimientos de los hombres para con los semejantes“.
Pitágoras (siglo 6° a. de C.),
filósofo y matemático griego:
“No importa la actitud que tenga un hombre para con los animales, siempre se le pagará con la misma moneda“.
Emanuel Kant (1724 – 1804),
filósofo alemán:
“Entre todos los estilos de vida, la vida de la caza es sin duda la que más se opone a la estructura moral; En sus comienzos originales, la prohibición de sangre procedente de Noé no parece haber sido otra cosa que la prohibición de llevar una vida de cazador“.
George Bernhard Shaw (1856-1950),
dramaturgo irlandés:
“Si el hombre quiere matar al tigre, se denomina a ésto deporte. Si el tigre quiere matar al hombre, se denomina a ésto bestialidad“.
Otto von Bismarck (1815 – 1898),
regente alemán:
“En ninguna parte se miente tanto como después de la caza y antes de las elecciones“.
Bernhard Grzimek (1909 – 1989),
zoólogo y productor alemán de películas de animales:
“Nunca he llegado a comprender la alegría que tienen algunas personas en matar animales a balazos“.
Wilhelm Dietler (siglo XIX),
profesor de filosofía y autor alemán:
“Hay muchos amantes de la caza que están endurecidos para matar y para lo malo – monstruos repugnantes sedientos de sangre, acostumbrados a los gimoteos, a los que no hay nada que les guste más que los placeres ruidosos y embriagadores. Otros cogen gusto a la caza a causa de su cruda educación y forma de vivir, y no sólo cazadores de profesión, sino también algunos lugareños, los cuales, sin haber aprendido una ocupación humana sensata, sin reflexionar, no saben matar el tiempo de otra manera que con la caza“.
Friedrich Schiller (1759-1805)
poeta alemán:
“Peligroso es despertar al león, mortal el colmillo del tigre, sin embargo el más terrible de los horrores es el hombre en su locura“.
Karlheinz Deschner (*1924),
Dr. en filosofía, historiador, literato, autor alemán muy premiado:
“Siempre que un hombre se tome el derecho de sacrificar un animal por un fin, no sólo comete una injusticia, sino un crimen“.
Erasmo de Rotterdam (1465-1536),
humanista y escritor holandés:
Erasmo de Rotterdam contaba entre los locos de este mundo a “los furiosos de la caza, a los cuales no les importa nada más que la persecución de animales, y que creen sentir un placer increíble siempre que escuchan el eco repugnate de los cuernos de caza y el alarido de la presa. ¡Casi que supongo que en sus sentimientos los excrementos de los perros les parecen que huelen a canela! Y cuando prueban un pedazo de la carne del animal, se sienten como si prácticamente se hubieran vuelto de la nobleza. Mientras estas personas al cazar y devorar animales sólo logran su propia degeneración, creen sin embargo tener una vida principesca“.
¿Amor hacia los animales?
Los animales pueden gustarnos, maravillarnos, asombrarnos, pero eso no necesariamente implica que los amemos. Es más, nuestro “amor” les tiene muy sin cuidado. Lo que ellos necesitan de nosotros es respeto.
El amor surge de la convivencia, de conocer al otro, de relacionarnos con él. Como activista pro derechos animales, no diría que los amo. Puedo sentir eso por mis gatos, pero dudo hacerlo por una anaconda, un ratón o un oso polar. Sin embargo, respecto a su derecho de estar en este Planeta tanto como yo, su vida como fin en sí mismo, y ese sentimiento me lleva a no dañarlos, no considerarlos objetos ni mercancías, a intentar que se conserve su hábitat; y por ese respeto que estoy convencida se merecen, intento convencer a otros de que es necesario reducir el sufrimiento que les causamos.
Si pensamos en el Amor como un motor, entonces sí podríamos decir que no hay diferencia entre el que siento hacia mí, mis amigos, familiares, pareja y el que sería ideal sentir por la Tierra y sus demás habitantes. Pero esto ya son palabras mayores. Estamos aquí planteando la idea budista de la no-división, de que todos somos uno. Creo que el mal trato que se da a los animales no humanos es un reflejo del poco Amor que nos tenemos a nosotros mismos y a lo que en pequeña escala nos rodea. Esa ceguera ante su sufrimiento es una extensión de lo mucho que no vemos o nos negamos a ver de nuestro interior.
Atacamos aquello a lo que tememos por desconocido, pero tampoco nos damos la oportunidad de conocer. Si supiéramos cuán amorosas son las madres animales con sus crías, pensaríamos dos veces en separar a una gallina de sus polluelos o a una vaca de su ternero. Si viéramos el amor con el que las elefantas cuidan a los más pequeños de una manada, lo importante que es el juego entre los grandes felinos, los primates no humanos, los pericos. Cuán complejas pueden ser las sociedades animales y cómo se ven alteradas con la captura o muerte de uno de sus miembros.
No nos atrevemos a reconocer que lo que los animales sienten -intra e interespecie- hacia otros, es muy similar a lo que como humanos calificaríamos como amor; preferimos calificarlo como “instinto” para así crear una distancia entre ellos y nosotros, y sentirnos menos culpables al romper sus vínculos emocionales por fines lucrativos.
Si creemos que no debería haber un único mes o día para dar amor a nuestros allegados, tampoco debería haberlo para mostrar respeto hacia nuestro prójimo, quien es todo aquel que puede ser dañado o beneficiado por nuestras acciones, independientemente de su especie.
¿Porque amar a los animales?
Porque lo dan todo, sin pedir nada.
Porque ante el poder del hombre que cuenta con armas...son indefensos.
Porque son eternos niños, porque no saben de odios...ni guerras.
Porque no conocen el dinero y se conforman solo con un techo donde guarecerse del frío.
Porque se dan a entender sin palabras, porque su mirada es pura como su alma.
Porque no saben de envidia ni rencores, porque el perdón es algo natural en ellos.
Porque saben amar con lealtad y fidelidad.
Porque dan vida sin tener que ir a una lujosa clínica.
Porque no compran amor, simplemente lo esperan y porque son nuestros compañeros, eternos amigos que nunca traicionan.
Y porque están vivos.
Por esto y mil cosas más...merecen nuestro amor...!
Si aprendemos a amarlos como lo merecen...estaremos más cerca de Dios.
Madre Teresa de Calcuta.